Por José Carlos Díaz Zanelli

21 de diciembre, 2015.- En setiembre de este año estalló un escándalo mundial de tipo ambiental. Y es que en la Universidad de Virginia (EE.UU.) se descubrió que la famosa compañía alemana Volkswagen, había vendido más de 11 millones de vehículos con los motores alterados para poder despedir emisiones contaminantes superiores a los límites permitidos.

La trampa de la firma alemana consistió en modificar los motores diésel para hacer que estos puedan despedir 40 veces más el límite de emisiones de óxidos de nitrógeno. El fraude se había dado en diversas flotas de autos vendidos entre los años 2009 y 2015.

La reacción inmediata de Volkswagen fue la renuncia de su director ejecutivo, Martin Winterkon. Este último se vio obligado a pedir perdón antes de su dimisión.

Juicios e investigaciones

Desde que se destapó el escándalo hasta hoy, a Volkswagen no han dejado de aparecer juicios e investigaciones. En Estados Unidos ya afronta una demanda por fraude, mientras que la Oficina Antifraude de la Unión Europea ya empezó una investigación que es conocida como el “Dieselgates” en los medios europeos.

De hecho, en el Parlamento Europeo la indignación ha sido mayúscula. Y es que el Grupo Volkswagen es una de las compañías que más dinero ha recibido de los órganos estatales de Europa para desarrollar tecnología menos contaminante. La cifra de la que se habla, desde 1999, es de 4 600 millones de euros.

En total son cinco las marcas de autos de este grupo afectadas en el caso. Audi, Seat, Skoda, Volkswagen y Porsche.

Reparaciones

De momento existe ya una vía legal para que los clientes de Volkswagen exijan sus reparaciones. Las revisiones técnicas para confirmar que se tiene uno de los motores defectuosos es uno de los primeros pasos.

Por su parte, la compañía ha elevado en los últimos días una propuesta a la Autoridad de Transportes de Alemania para reparar sus motores. La idea es que en enero del 2016 se comience a solucionar el defecto en las máquinas para revertir la situación de contaminación que generaban los vehículos.

En Perú esta situación podría también encontrar afectados. Y es que varias de las marcas del Grupo Volkswagen son utilizadas en las principales ciudades. Una revisión técnica a los motores diésel no estaría de más.

Datos:

El 2,7 por ciento de la economía alemana depende de las exportaciones de automóviles. Esto obligó a la presidente germana, Angela Merkel, a intervenir en el caso.