Servindi, 8 de junio, 2015.- La comunidad nativa achuar de Pampa Hermosa, asentada en la cuenca del río Corrientes, ha visto morir, en lo que va del año, a seis de sus miembros más jóvenes e indefensos a causa de un presunto brote de malaria. 

Por ello, la Federación de Comunidades Nativas del Corrientes (Feconaco) hizo hoy un llamado de urgencia a las autoridades públicas nacionales y regionales para que se declare en emergencia la comunidad y se intervenga de inmediato a fin de controlar la mortal epidemia.

Según reportes entregados al presidente de la Feconaco, Carlos Sandi, son cuatro los menores que han fallecido en los últimos días a causa del mal. Otros dos menores fallecieron en el mes de abril y mayo, tal como en su momento informaron representantes de la comunidad.

El caso incluso fue denunciado ante funcionarios de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), la última semana de mayo con motivo de una reunión para tratar la consulta previa en el lote petrolero 192.

“El mismo apu de la comunidad (Gilberto Vílchez) hizo público el caso ante los funcionarios; denunció la muerte de dos menores y estos (los funcionarios) dijeron que iban a coordinar y se iba a declarar en emergencia. Al final se quedó en palabras y promesas y la emergencia nunca se declaró”, explicó Sandi en diálogo con Servindi.

Precisó, además, que el Gobierno Regional de Loreto y el Ministerio de Cultura también estaban enterados por esas fechas de lo que venía sucediendo en Pampa Hermosa y, sin embargo, no se pronunciaron al respecto.

Mal aqueja a más de 150 personas

Según denunció Feconaco, en Pampa Hermosa se cuentan "más de 150 casos activos de malaria e incluso la comunidad registra 25 casos iguales en madres gestantes", por lo que señala que la situación en la zona es de altísimo riesgo.

Pablo Kukush, presidente del Fondo de Desarrollo del Alto Corrientes (FODAC), y el mismo apu Gilberto Vílchez, a fines de mayo, habían dado cuenta de la gravedad de lo que venía ocurriendo.

Alertaron así que la comunidad no contaba con presencia médica permanente y que el abastecimiento de medicinas en las postas era nulo, carencias que, según denuncian los comuneros, persisten hasta la fecha.

Hoy, la situación se torna aún más crítica debido a que los tratamientos ordinarios contra la malaria ya no surten efecto en la población.

A ello se suma que los menores sufren de males como desnutrición y anemia, lo que los hace más vulnerables ante el ataque de cualquier enfermedad.

Plan integral

A raíz de lo que viene ocurriendo, el titular de la Feconaco solicitó al Estado elaborar un plan para que “los menores de edad que padecen el mal puedan recuperarse al igual que sus padres”.

“El problema no es para dos o tres días, el problema se debe tratar con un plan integral. Queremos que se declare en emergencia la comunidad y se haga un plan, un estudio, un análisis para ver cómo se hace para detener este mal”, declaró Sandi.  

“No podemos permitir más muertes de niños y niñas achuares, y exponer de igual forma a madres gestantes y fetos, abuelos, abuelas y toda la población”, agregó.

En ese mismo sentido, Feconaco denunció que el programa de salud intercultural PEPISCO, un logro conseguido en el Acta de Dorissa en 2006, ha sido injustamente paralizado por el Estado desde hace varios meses, por lo que se ha bloqueado el único medio para atenciones de emergencia que tenía el pueblo achuar del Corrientes.

Como se sabe, los habitantes de esta parte de la Amazonía han sido por décadas blanco de una serie de abusos por parte de diferentes empresas dedicadas a la extracción de hidrocarburos. Hoy se suma a todo esto el terrible mal que ya cobró este año la vida de seis menores sin que las autoridades hagan algo al respecto.