Por José Carlos Díaz Zanelli

Servindi, 26 de marzo, 2015.- Para entender este informe lo primero que se debe saber es lo siguiente: la explotación es la etapa más rentable de la producción petrolera y la empresa estatal, Petroperú, no explota, solo refina.

Teniendo presente esto hay que agregar que hasta hace unos días tuvo la oportunidad de volver a producir combustible, aunque sea solo con el 25% de participación en los mentados Lotes III y IV de Talara -el otro 75% era de Graña y Montero (GyM)-, pero algunos elementos en el Gobierno lo impidieron.

La principal opositora fue la ministra de Energía y Minas (MEM), Rosa María Ortiz, quien apeló al artículo °6 de la Ley 30130, la misma que viabilizó la modernización de la refinaría de Talara.

En pocas palabras lo que dicho artículo dice es que al haberse comprometido Petroperú a una inversión de US$ 2 730 millones está impedido de insertarse en otras inversiones que impliquen cierto riesgo y que pongan en peligro el pago de la deuda asumida para modernizar la Refinería de Talara.

Ante esta interpretación surgen varias preguntas: ¿para qué se realizó tamaña inversión?, ¿para refinar lo que otros bombeen?

El Estado retrocede

Ante la postura reacia de Rosa María Ortiz a negarse a la participación del Estado en los Lotes III y IV, la pelota quedó en la cancha del nuevo directorio de Petroperú.

Cabe recordar que a ese nivel también se dio un escándalo cuando Pedro Touzett fue retirado de la presidencia de la petrolera estatal justo después de sustentar ante el Congreso la necesidad de que se regrese a la producción.

Al final, Petroperú terminó por retirar su participación de los Lotes III y IV para el cual se había asociado con GyM, empresa que operará totalmente sola los lotes talareños.

Sin embargo, la retirada no quedaría ahí nomás. Y es que un nuevo escándalo surgió esta semana cuando LaMula.pe reveló que de ratificar su salida, Petroperú debería pagar US$ 5.7 millones a GyM como una suerte de indemnización por el inicio de trabajos en los lotes al norte del país.

Es decir que, lo único que le quedaría al Estado será la pérdida de casi US$ 6 millones y el impedimento de rentabilizar con el 25% de la producción de los Lotes III y IV.

El antecedente: Lote 192

El lote petrolero más grande, productivo y polémico del país es el Lote 192 -ex 1AB- que se ubica en Loreto y hasta agosto estará en manos de Pluspetrol Norte. Y aunque por ahora no hay mayores noticias respecto a la licitación para continuar con la producción de este lote, de plano ya se anunció que Petroperú no entrará definitivamente a la selva.

Diversos gremios de compañías petroleras se opusieron en su momento al ingreso de Petroperú al Lote 192. Incluso el ex presidente de la Sociedad Peruana de Minería, Petróleo y Energía, Carlos del Solar, adujo que la compañía estatal no tenía la capacidad técnica para operar el más grande lote de hidrocarburos en el Perú.

Al final, solo los privados, tarde o temprano, podrán licitar en el Lote 192. Y esta situación se repetirá con los Lotes III y IV. Al parecer, el sector privado en los hidrocarburos es hoy en día lo suficientemente fuerte como para impedir que el Estado pueda ingresar a una de las actividades extractivas más lucrativas.

Petroperú está más débil que nunca.

Datos:

- El Lote 192 representa el 25 por ciento de la producción nacional de petróleo.

- La prestigiosa consultora Wood Mackenzie recomendó al Estado peruano ingresar a la producción en Talara y en la selva.

- Para los Lotes III y IV el punto de retorno de la inversión se estima a partir del cuarto año a un precio de US$ 55 el barril.

- 95 mil barriles diarios podrá procesar la Refinaría de Talara una vez concluida la modernización.