El doble discurso del “Fracking” en el Perú
Mientras por un lado el Gobierno es anfitrión del evento más importante a nivel mundial sobre cambio climático, por otro lado impulsa una de las técnicas de extracción de petróleo y gas más perjudiciales para el medioambiente.
Por José Carlos Díaz Zanelli
Servindi, 6 de diciembre, 2014.- Cuando el ministro de Energía y Minas (Minem), Eleodoro Mayorga, dijo en julio de este año que el Perú necesitaba hacer todo lo posible para “conocer el potencial de los recursos no convencionales que disponemos”, estaba pronunciando un eufemismo. A lo que el titular de ese sector se refería era a abrir el campo en el territorio peruano para la realización de una de las actividades exploratorias más polémicas a nivel mundial: el “Fracking”.
Como “Fracking” se conoce a la fractura hidráulica que se realiza para perforar la tierra y aumentar de ese modo la extracción de petróleo y gas. Este método consiste en hacer perforaciones de hasta 3 mil metros bajo tierra aunque esto implique destruir rocas madre para que el gas o el petróleo salgan con mayor facilidad.
Como resultado se tiene un aumento en la producción de hidrocarburos pero también se corren muchos riesgos que están ya comprobados. Aunque esto último no haya sido mencionado por el ministro Mayorga en sus reiteradas apariciones ante la prensa para impulsar medidas que persiguen disminuir los requisitos para este tipo de actividades.
Cabe recordar nada más que, recién entrado al sector Energía y Minas, Mayorga propuso la eliminación de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) para las actividades de exploración sísmica, entra las cuales se encuentra el polémico “Fracking”.
Doble discurso
En días en los que Lima es sede de la COP 20, la más grande cumbre anual sobre el Cambio Climático, el Gobierno peruano parece no tener muy en claro su política medioambiental. Y es que al propugnar al “Fracking” como el camino corto para extraer petróleo y gas, también expone al país a sus consecuencias negativas como son la contaminación de las aguas superficiales, la contaminación del aire en la zona donde se realiza la actividad, la alteración de los paisajes, la contaminación de los suelos en los terrenos aledaños a los pozos y, lo que es más peligroso, el riesgo de sismos.
Sin embargo, al parecer esta situación no preocupa demasiado a la propia cabeza del Gobierno, el presidente Ollanta Humala, quien hace poco más de un mes se pronunció de esta manera respecto a la política energética de su gestión.
“La tecnología está haciendo posible combinar el crecimiento económico, junto a un desarrollo sostenible y respeto por el medio ambiente”, sentenció Humala tras sostener una reunión con su homólogo ecuatoriano.
Pero, ¿se puede hablar del “Fracking” como una actividad sostenible? Para ello se puede traer al recuerdo el caso de la ciudad norteamericana de Oklahoma.
Caso Oklahoma
En Estados Unidos, una de las ciudades emblemáticas por la afectación de “Fracking” es Oklahoma donde se han registrado más de 2 mil 500 terremotos desde el 2008, año en que se incrementó esta actividad de exploración en dicha zona. La mayoría de estos sismos superaba los 5 grados, lo cual generó una gran polémica en torno de la política energética norteamericana. ¿Podría alguna ciudad peruana sobrevivir a tantos sismos de esta magnitud?
Otra experiencia internacional importante para tomar en cuenta es la ciudad de Blackpool en Inglaterra donde una serie de sismos en el 2011 llevaron a detener la actividad de “Fracking” en las zonas aledañas al casco urbano. Por aquel entonces la Academia de Ciencias Británica determinó que la actividad extractiva sí tenía incidencias en los sismos debido a la inyección de aguas residuales en sus bases.
En el Perú esta situación podría reproducirse dentro de poco. Esto gracias a una política energética que, como lo ha expresado Humala, busca apuntalar los índices económicos aunque no necesariamente se mencionen los aspectos negativos que métodos como el “Fracking” generará al medioambiente.
Datos importantes:
- Cada perforación requiere de 200 mil metros cúbicos de agua combinada con 500 sustancias químicas, de las cuales varias son altamente tóxicas y algunas hasta cancerígenas.
- En el nuevo Reglamento Ambiental de Hidrocarburos se rebajaron los requisitos ambientales para dar inicio a las actividades de extracción de petróleo.
- En EE.UU. se apeló al “Fracking” para salir de la crisis pero entre el 2009 y 2013 ese sector aportó apenas un 7% del crecimiento del PBI norteamericano.
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Agencia de noticias especializada en temas indígenas y ambientales, con sede en Lima, Perú.
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